CÓMO AJUSTAR LA MOCHILA AL CUERPO
- Una vez cargada a la espalda, la cruz formada por el inicio de las hombreras debe coincidir entre los homóplatos de la espalda . En los modelos que no dispongan de estabilizadores, esta zona podrá quedar un poco más elevada, dependiendo de la morfología de cada usuario.
- Cerraremos el cinturón . Su posición corresponderá con la parte superior de la pelvis. Tensaremos de forma que exista contacto por todo el contorno de la cintura.
- Tensaremos los ajustes laterales del cinturón , hasta que no exista balanceo de los bajos de la mochila.
- Tensaremos las hombreras hasta notar que existe contacto en toda la zona del pecho, hombros y preferiblemente también el inicio de la espalda.
- Tensaremos los tirantes superiores de las hombreras (estabilizadores), de manera que se anule el balanceo de la parte alta de la mochila y teniendo la precaución de que no moleste al giro de la cabeza . Para mejorar la inmovilización de la carga resulta muy útil la cinta de pecho.
CONSEJOS
- A causa de las costuras, es imposible que una mochila tradicional sea completamente estanca. La utilización de bolsas interiores estancas o el empleo de una funda exterior impermeable (cubre-mochilas), garantizará mantener su contenido seco.
- Distribuir el material en bolsas de plástico de distintos colores, mejora la disposición en el interior de la mochila y facilita una rápida localización.
- Impermeabilizar la mochila periódicamente ayudará a su conservación, evitando la penetración de la humedad.
- En determinadas ocasiones (en caso de alud o caída al agua), sistemas que te permitan desembarazarte rápidamente de la mochila, pueden ser de gran utilidad.
- Las varillas metálicas extraíbles que tienen en sus espaldas algunos modelos de mochilas pueden ser utilizadas para una emergencia para improvisar una tablilla inmovilizadora en caso de romperse el hueso de una extremidad.
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